CANON VERSUS NIKON "QUE CAMARA COMPRAR"
Tomada de http://luipermom.wordpress.com/2010/03/14/canon-vs-nikon-el-eterno-dilema/:
Alguna que otra vez me habéis pedido, ya sea a través de los comentarios del blog o bien por correo electrónico, consejo sobre la compra de vuestra primera cámara réflex y, por lo que veo, en muchos casos la duda que os asalta versa sobre si comprar una cámara fabricada por Nikon o por Canon.
Ya sabéis que muchos artículos de este blog se me han ocurrido gracias a ese feedback que tengo con vosotros y que siempre agradezco, así que en el caso de hoy lo que voy a hacer es elaborar una entrada comentando de forma más o menos extensa mi punto de vista sobre el eterno enfrentamiento Nikon vs. Canon debido a que se trata de una duda bastante generalizada, intentando así aclarar un tema que me parece sumamente interesante:
Los dos grandes se reparten el pastel
Nikon y Canon llevan muchos años haciendo cámaras de fotos, pero no son los únicos. Hay marcas que llevan más tiempo que ellas en el mercado de la fotografía y otras se han subido al carro recientemente, pero me gustaría dejar claro que aunque este artículo se basa en el enfrentamiento clásico entre estas dos conocidas marcas, es extrapolable a todas las firmas que fabrican cámaras réflex en la actualidad.
En todo caso, optar por Nikon o por Canon es recomendable porque al repartirse la mayor parte del mercado, éste se encuentra inundado de ópticas, accesorios y todo tipo de elementos diseñados para ambas marcas de cámaras. Esto no quiere decir que si nos compramos, por ejemplo, una Pentax o una Sony no vayamos a encontrar elementos para ellas, pero es evidente que la oferta es más limitada en el caso de estas cámaras no tan extendidas.
Prestaciones similares entre gamas equivalentes
La elección entre una marca u otra es algo basado en cualquier factor menos en el de las prestaciones, ya que en cuestiones técnicas las cámaras de ambas firmas están prácticamente empatadas si hacemos las comparaciones entre máquinas de la misma gama (obviamente es estúpido poner al lado una Nikon D3s y una Canon EOS 1000D o una Canon EOS-1D Mk IV y una Nikon D3000).
Si tomáis dos cámaras de precio similar de una y otra marca y comparáis sus características técnicas (algo para lo que es muy útil la fantástica web http://dpreview.com ) os daréis cuenta de que pocas diferencias hay entre una y otra. Además, poco importa que una cámara tenga un par de megapixels más que otra o que una tenga nueve puntos de enfoque y la otra once, porque luego será la persona que está detrás del visor la que marque las diferencias a la hora de hacer una fotografía.
Como os digo, entre cámaras de la misma gama apenas va a haber diferencias entre la velocidad de disparo en ráfaga, el tamaño de la pantalla, los controles disponibles en el cuerpo, la grabación de vídeo, el visor…
Espionaje entre marcas
De hecho, cuando veo los datos de las cámaras que van saliendo al mercado muchas veces pienso que las marcas deben de espiarse mútuamente porque con apenas unos días de diferencia las marcas presentan avances técnicos muy similares que se supone que son novedad absoluta. Así ocurrió con el sistema Live View o con el estratosférico valor de sensibilidad ISO máxima (102400) de la Nikon D3s y la Canon EOS-1D Mk IV; y me niego a creer que estas cosas ocurran por mera casualidad.
Si nos ponemos a pensar mal también podemos llegar a la conclusión de que las marcas de cámaras son una especie de oligopolio en el que las propias firmas acuerdan sacar modelos muy similares técnicamente para así repartirse el mercado a partes iguales; aunque quiero aclara que esto último es una mera hipótesis que se me acaba de ocurrir mientras tecleo estas líneas.
Lo verdaderamente importante son las personas
Como os decía antes, las pocas diferencias técnicas entre una cámara y otra quedan prácticamente anuladas ante la importancia que tiene la persona que está “a los mandos” de la misma. Poco importa que nuestra máquina tenga algo más de rango dinámico que la de la competencia si luego nos ponemos a hacer fotos a mediodía con unas sombras muy fuertes y marcadas. Del mismo modo, un cuerpo de gama media ganará mucho con una buena óptica al igual que desaprovecharemos las características de esa misma cámara si le acoplamos un conversor tipo “culo de vaso” o un filtro de gama ultrabaja delante del 18-55 del kit. Ya sabéis que una cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones, siendo esto algo que también se puede aplicar perfectamente a la fotografía.
De hecho, muchas veces tendemos a echarle la culpa a la cámara cuando una fotografía no sale como queríamos; pero es que muchas veces esto no es más que una consecuencia de no conocer los límites de nuestro equipo. No podemos pretender sacar un nido de águilas en penumbra con una Nikon D40 y un objetivo 55-200; pues para esos casos hay cámaras de mucha más resolución con las que se suelen emplear teleobjetivos muy largos y de gran luminosidad (conjunto que puede costar fácilmente unos 10000 euros).
También me estoy acordando ahora mismo del típico caso (ya comentado en el blog) que consiste en tratar de iluminar con el flash integrado en la cámara un edificio de treinta plantas situado a quinientos metros de nuestra posición. Obviamente el edificio apenas se va a distinguir en la negrura de la noche, pero no es porque la cámara sea mala, sino porque nos creemos que el mencionado flash tiene la potencia de una central nuclear cuando en realidad no es capaz de llegar a más de cinco o seis metros en el mejor de los casos.
Esto no quiere decir ni mucho menos que con un equipo básico no podamos hacer buenas fotos; pero sí que es importante ser conscientes de lo que podemos y no podemos hacer para así saber ver las escenas a las que sacar realmente partido. De hecho, un factor importantísimo a la hora de conseguir una buena fotografía es la iluminación; pero eso es algo que veremos dentro de unos días en una entrada específica sobre el tema.
La trascendencia de la primera elección
Aunque, como os digo, la elección de la marca es algo no relevante de cara al resultado final en forma de fotografía, sí que hay algo muy a tener en cuenta; y es que una vez que os decantéis por una marca estaréis “casados” con ella para toda la vida a no ser que tiréis la casa por la ventana y lo vendáis absolutamente todo para volver a empezar de cero con otra.
Entre Nikon y Canon (y Sony, y Pentax…) hay una total incompatibilidad entre objetivos, flashes y accesorios. Lo único que nos va a servir al 100% para cámaras de diferentes firmas son las bolsas y mochilas diseñadas para transportar el material. En el caso de las ópticas hay adaptadores para poder montar objetivos de otras marcas en nuestra cámara (ojo, no para todas) pero por lo general se pierden la práctica totalidad de automatismos y no es factible planteárselo como una opción para usar a diario.
Sin ir más lejos, yo empecé con Nikon por la sencilla razón de que el novio de mi hermana se compró una D70 pocos meses después de que este modelo saliera al mercado. De no haber sido así lo mismo hubiera optado por una cámara Canon, ya que de hecho anteriormente tuve una compacta de dicha marca y estaba muy contento con ella.
Resumiendo un poco
En definitiva, la compra de vuestra primera réflex no tiene que depender de lo que os cuenten sobre que si Nikon es mejor que Canon o viceversa; sino en vuestras propias impresiones (sería bueno poder probar un par de modelos de ambas marcas para ver las diferencias en la mano) y en el feeling que os de la marca con la que os sintáis más identificados. No creáis que por tener, por ejemplo, una Canon vais a poder hacer fotos que no haríais con una Nikon o una Sony de gama similar porque al final los impedimentos técnicos os los vais a poner vosotros mismos; siendo esto es algo que va a ir mejorando con el tiempo, la práctica y las ganas de aprender.
En mi caso particular me doy cuenta de que en el año y pico que llevo haciendo fotos casi a diario con mi Nikon D40 he progresado bastante y que imágenes que al principio creí que no podía captar por limitaciones técnicas de la cámara no eran más que la consecuencia del desconocimiento sobre ciertos tema que he ido aprendiendo y compartiendo con vosotros a través de estos artículos. En resumidas cuentas, la fotografía depende por completo de la luz; y a base de patear ciudades y caminos durante muchos días con la cámara a cuestas os iréis dando cuenta por vosotros mismos de las situaciones que os van a dar una buena foto y las que no lo harán por mucho que lo intentéis.
Moraleja: no os preocupéis por la marca de vuestra primera réflex y centraos en aprender y practicar todo lo posible con ella, pues es el único modo de sacar todo el partido a vuestro equipo ya sea de gama alta, media o baja.
Alguna que otra vez me habéis pedido, ya sea a través de los comentarios del blog o bien por correo electrónico, consejo sobre la compra de vuestra primera cámara réflex y, por lo que veo, en muchos casos la duda que os asalta versa sobre si comprar una cámara fabricada por Nikon o por Canon.
Ya sabéis que muchos artículos de este blog se me han ocurrido gracias a ese feedback que tengo con vosotros y que siempre agradezco, así que en el caso de hoy lo que voy a hacer es elaborar una entrada comentando de forma más o menos extensa mi punto de vista sobre el eterno enfrentamiento Nikon vs. Canon debido a que se trata de una duda bastante generalizada, intentando así aclarar un tema que me parece sumamente interesante:
Los dos grandes se reparten el pastel
Nikon y Canon llevan muchos años haciendo cámaras de fotos, pero no son los únicos. Hay marcas que llevan más tiempo que ellas en el mercado de la fotografía y otras se han subido al carro recientemente, pero me gustaría dejar claro que aunque este artículo se basa en el enfrentamiento clásico entre estas dos conocidas marcas, es extrapolable a todas las firmas que fabrican cámaras réflex en la actualidad.
Prestaciones similares entre gamas equivalentes
La elección entre una marca u otra es algo basado en cualquier factor menos en el de las prestaciones, ya que en cuestiones técnicas las cámaras de ambas firmas están prácticamente empatadas si hacemos las comparaciones entre máquinas de la misma gama (obviamente es estúpido poner al lado una Nikon D3s y una Canon EOS 1000D o una Canon EOS-1D Mk IV y una Nikon D3000).
Como os digo, entre cámaras de la misma gama apenas va a haber diferencias entre la velocidad de disparo en ráfaga, el tamaño de la pantalla, los controles disponibles en el cuerpo, la grabación de vídeo, el visor…
Espionaje entre marcas
De hecho, cuando veo los datos de las cámaras que van saliendo al mercado muchas veces pienso que las marcas deben de espiarse mútuamente porque con apenas unos días de diferencia las marcas presentan avances técnicos muy similares que se supone que son novedad absoluta. Así ocurrió con el sistema Live View o con el estratosférico valor de sensibilidad ISO máxima (102400) de la Nikon D3s y la Canon EOS-1D Mk IV; y me niego a creer que estas cosas ocurran por mera casualidad.
Si nos ponemos a pensar mal también podemos llegar a la conclusión de que las marcas de cámaras son una especie de oligopolio en el que las propias firmas acuerdan sacar modelos muy similares técnicamente para así repartirse el mercado a partes iguales; aunque quiero aclara que esto último es una mera hipótesis que se me acaba de ocurrir mientras tecleo estas líneas.
Lo verdaderamente importante son las personas
Como os decía antes, las pocas diferencias técnicas entre una cámara y otra quedan prácticamente anuladas ante la importancia que tiene la persona que está “a los mandos” de la misma. Poco importa que nuestra máquina tenga algo más de rango dinámico que la de la competencia si luego nos ponemos a hacer fotos a mediodía con unas sombras muy fuertes y marcadas. Del mismo modo, un cuerpo de gama media ganará mucho con una buena óptica al igual que desaprovecharemos las características de esa misma cámara si le acoplamos un conversor tipo “culo de vaso” o un filtro de gama ultrabaja delante del 18-55 del kit. Ya sabéis que una cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones, siendo esto algo que también se puede aplicar perfectamente a la fotografía.
De hecho, muchas veces tendemos a echarle la culpa a la cámara cuando una fotografía no sale como queríamos; pero es que muchas veces esto no es más que una consecuencia de no conocer los límites de nuestro equipo. No podemos pretender sacar un nido de águilas en penumbra con una Nikon D40 y un objetivo 55-200; pues para esos casos hay cámaras de mucha más resolución con las que se suelen emplear teleobjetivos muy largos y de gran luminosidad (conjunto que puede costar fácilmente unos 10000 euros).
Esto no quiere decir ni mucho menos que con un equipo básico no podamos hacer buenas fotos; pero sí que es importante ser conscientes de lo que podemos y no podemos hacer para así saber ver las escenas a las que sacar realmente partido. De hecho, un factor importantísimo a la hora de conseguir una buena fotografía es la iluminación; pero eso es algo que veremos dentro de unos días en una entrada específica sobre el tema.
La trascendencia de la primera elección
Aunque, como os digo, la elección de la marca es algo no relevante de cara al resultado final en forma de fotografía, sí que hay algo muy a tener en cuenta; y es que una vez que os decantéis por una marca estaréis “casados” con ella para toda la vida a no ser que tiréis la casa por la ventana y lo vendáis absolutamente todo para volver a empezar de cero con otra.
Sin ir más lejos, yo empecé con Nikon por la sencilla razón de que el novio de mi hermana se compró una D70 pocos meses después de que este modelo saliera al mercado. De no haber sido así lo mismo hubiera optado por una cámara Canon, ya que de hecho anteriormente tuve una compacta de dicha marca y estaba muy contento con ella.
Resumiendo un poco
En definitiva, la compra de vuestra primera réflex no tiene que depender de lo que os cuenten sobre que si Nikon es mejor que Canon o viceversa; sino en vuestras propias impresiones (sería bueno poder probar un par de modelos de ambas marcas para ver las diferencias en la mano) y en el feeling que os de la marca con la que os sintáis más identificados. No creáis que por tener, por ejemplo, una Canon vais a poder hacer fotos que no haríais con una Nikon o una Sony de gama similar porque al final los impedimentos técnicos os los vais a poner vosotros mismos; siendo esto es algo que va a ir mejorando con el tiempo, la práctica y las ganas de aprender.
En mi caso particular me doy cuenta de que en el año y pico que llevo haciendo fotos casi a diario con mi Nikon D40 he progresado bastante y que imágenes que al principio creí que no podía captar por limitaciones técnicas de la cámara no eran más que la consecuencia del desconocimiento sobre ciertos tema que he ido aprendiendo y compartiendo con vosotros a través de estos artículos. En resumidas cuentas, la fotografía depende por completo de la luz; y a base de patear ciudades y caminos durante muchos días con la cámara a cuestas os iréis dando cuenta por vosotros mismos de las situaciones que os van a dar una buena foto y las que no lo harán por mucho que lo intentéis.
Moraleja: no os preocupéis por la marca de vuestra primera réflex y centraos en aprender y practicar todo lo posible con ella, pues es el único modo de sacar todo el partido a vuestro equipo ya sea de gama alta, media o baja.
* Todos los artículos de este tipo en http://luipermom.wordpress.com/fotografia
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